
Tan triste estirar las manos y no alcanzarte...
Pero tan dulce que no estés más allá de una mirada -intercambiable, como las tapas de gaseosa-.
Voy a infringir las leyes básicas, empezando por la gravedad, estas paredes que nos separan comienzan a moverse...
Caos, lo voy a derramar por los bordes de mi alrededor, si es que no logro imaginarte con una exactitud satisfactoria.
Colores, pájaritos, te los voy a armar con los despojos de cariño que la gente olvida bajo las mesas.
Y es que perder el conocimiento no es forma suficiente para expresar las ganas de doblar fantasía y realidad, de dibujarte con delicadeza mode, de tocarte.
Espero que sea comprensible mi necesidad, mi obsesión.
Si no lo es, esto vale por una orden de restricción.
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