
Andrés, lo que sus amigos escriben de él.
Pasan estas cosas cuando ve televisión. Estaba recorriendo sus 78 canales (que se saltan los números 1, 4, 53, 31 y 32. En total unos 71 canales funcionales) cuando decidió quedarse en uno de ellos. Era un comercial de algún refresco de nombre por c que tenía muchas personas felices, y te vio, entre ellas estabas tú -una amiga que tuvo-, a su amiga de la infancia, que por cosas de la vida dejó de ver durante 4 años.
Subió a su cuarto y buscó en su mesitadenoche tu nombre escrito con tu letra y tu teléfono -no sin antes haber buscado tu nombre en la paleta de rostros que tiene en su memoria- entre sus papelitos sueltos (algunos rosados pero todos cuadrados) y cuando te encontró, te llevó con él y te dejó al lado del teléfono -el aparatico-, lo levantó y te marcó. Cuando contestaron, pasó lo siguiente:
-Aló, ¿con quién hablo?
- ¿A quién necesita?- voz completamente desconocida para él y para ti.
-A Cristina, por favor
-Un momento, por favor- se sintió que dejó el teléfono en la mesa de dondestuviera la persona que contestó y cómo se retiraba, -¿Cristina vive aquí?- a lo lejos. Vuelve a sentirse cómo suena el aparatico, pero esta vez, siendo levantado y llevado hasta la oreja de alguna persona. -No, aquí no vive, pero vivió-
-¿Cómo así?- preguntó insólito, como preocupado por ti. Se afligía.
-Y sí, ella vivió aquí pero ya se pasó de casa. Yo estoy viviendo aquí hace 1 año.
-ya- respondió él sin darle importancia a lo que ella sabía de ti, mientras buscaba entre los papelitos sueltos otro papelito que dijera tu nombre, pero con su letra y no con tu número de la casa sino con el de tu celular.-Muchas gracias
-pero creo que puedo conseguirte el número de dondestá viviendo
-No, muchas gracias- dijo cuando encontró dicho papelito.
-Bueno, con gusto, hasta luego.
-Chao.
Mientras colgaba con una mano, con la otra alcanzaba su teléfono celular y empezó a llamarte.
-El número al que usted marcó no se encuentra en servicio.
-Qué joder.
Buscó de nuevo el papelito con tu letra, pero recordó la opción “re-dial” de su teléfono, y dejó de buscar.
-Hola, yo de nuevo- dijo, un poco apenado.
-Un momento
-Hola. Sí, dime.
-qué pena, ¿me puedes conseguir el número de dondestá viviendo?
-si mira, es cinco, cincuentaiocho, ochentaiuno, veinticuatro.
-¿Ya lo tenías?- preguntó incrédulo.
-No, se lo pedí a la vecina por si volvías a llamar.
-Bueno, muchas gracias,
-de nada, cuídate,
-Gracias, chao.
Luego de colgar, marcó tu nuevo número y esperó a que contestaras.
-¿Aló?
-Buenas- no eras tú.
-¿Me comunica, por favor, con Cristina?
-si, un momento.
-Gracias.
-¿Aló?
-¿Cristina?
-Sí, ¿con quién hablo?
-Con Andrés- respondió
-¿Cuál andrés?
-¡Andrés!, el que vivía por tu casa, en Calle Dolores- estaba muy afligido porque no te acordabas de él. -¡Andrés!, ¿recuerdas?
-Sí, hola Andrés, ¿qué pasó?
-¿Saliste en un comercial de televisión?
-No,- contestaste.
-Ah, bueno, gracias.
Esa noche pudo dormir.
4 comentarios:
Yo sé que escribo horrible...
I luv yorch :P
mirá que tu andrés y mí andres se llaman igual...
Será que son el mismo?
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