martes, 29 de septiembre de 2009

Andrés, lo que sus amigos escriben de él.

Pasan estas cosas cuando ve televisión. Estaba recorriendo sus 78 canales (que se saltan los números 1, 4, 53, 31 y 32. En total unos 71 canales funcionales) cuando decidió quedarse en uno de ellos. Era un comercial de algún refresco de nombre por c que tenía muchas personas felices, y te vio, entre ellas estabas tú -una amiga que tuvo-, a su amiga de la infancia, que por cosas de la vida dejó de ver durante 4 años.

Subió a su cuarto y buscó en su mesitadenoche tu nombre escrito con tu letra y tu teléfono -no sin antes haber buscado tu nombre en la paleta de rostros que tiene en su memoria- entre sus papelitos sueltos (algunos rosados pero todos cuadrados) y cuando te encontró, te llevó con él y te dejó al lado del teléfono -el aparatico-, lo levantó y te marcó. Cuando contestaron, pasó lo siguiente:

-Aló, ¿con quién hablo?

- ¿A quién necesita?- voz completamente desconocida para él y para ti.

-A Cristina, por favor

-Un momento, por favor- se sintió que dejó el teléfono en la mesa de dondestuviera la persona que contestó y cómo se retiraba, -¿Cristina vive aquí?- a lo lejos. Vuelve a sentirse cómo suena el aparatico, pero esta vez, siendo levantado y llevado hasta la oreja de alguna persona. -No, aquí no vive, pero vivió-

-¿Cómo así?- preguntó insólito, como preocupado por ti. Se afligía.

-Y sí, ella vivió aquí pero ya se pasó de casa. Yo estoy viviendo aquí hace 1 año.

-ya- respondió él sin darle importancia a lo que ella sabía de ti, mientras buscaba entre los papelitos sueltos otro papelito que dijera tu nombre, pero con su letra y no con tu número de la casa sino con el de tu celular.-Muchas gracias

-pero creo que puedo conseguirte el número de dondestá viviendo

-No, muchas gracias- dijo cuando encontró dicho papelito.

-Bueno, con gusto, hasta luego.

-Chao.

Mientras colgaba con una mano, con la otra alcanzaba su teléfono celular y empezó a llamarte.

-El número al que usted marcó no se encuentra en servicio.

-Qué joder.

Buscó de nuevo el papelito con tu letra, pero recordó la opción “re-dial” de su teléfono, y dejó de buscar.

-Hola, yo de nuevo- dijo, un poco apenado.

-Un momento

-Hola. Sí, dime.

-qué pena, ¿me puedes conseguir el número de dondestá viviendo?

-si mira, es cinco, cincuentaiocho, ochentaiuno, veinticuatro.

-¿Ya lo tenías?- preguntó incrédulo.

-No, se lo pedí a la vecina por si volvías a llamar.

-Bueno, muchas gracias,

-de nada, cuídate,

-Gracias, chao.

Luego de colgar, marcó tu nuevo número y esperó a que contestaras.

-¿Aló?

-Buenas- no eras tú.

-¿Me comunica, por favor, con Cristina?

-si, un momento.

-Gracias.

-¿Aló?

-¿Cristina?

-Sí, ¿con quién hablo?

-Con Andrés- respondió

-¿Cuál andrés?

-¡Andrés!, el que vivía por tu casa, en Calle Dolores- estaba muy afligido porque no te acordabas de él. -¡Andrés!, ¿recuerdas?

-Sí, hola Andrés, ¿qué pasó?

-¿Saliste en un comercial de televisión?

-No,- contestaste.

-Ah, bueno, gracias.

Esa noche pudo dormir.

4 comentarios:

YoRch dijo...

Yo sé que escribo horrible...

Bel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Katenkos dijo...

I luv yorch :P

Katenkos dijo...

mirá que tu andrés y mí andres se llaman igual...

Será que son el mismo?