miércoles, 10 de febrero de 2010

Aquí todos estamos locos


Hubo un día en que los espejos decidieron mentir. Llegar a lo absurdo o a lo hermoso, y mostrar la realidad tomándose pequeñas libertades en cuanto a su exactitud.

La gente se levantó como todos los días, bien temprano y con sueño. Unos se dieron cuenta al momento de verse somnolientos en el looking-glass del baño y otros salieron sin siquiera darse cuenta. Los poetas lloraron, los políticos se presentaron todos al congreso, los gimnasios cerraron y varios se salieron de tercer semestre de baile. Los centros médicos colapsaron, había gente que exigía ser atendida en emergencias por un ojo sobrante o una oreja en la espalda que nadie más podía ver y los doctores no tuvieron más opción que remitir a todo el mundo al psiquiatra. Entonces hubo un intercambio casi sincronizado, todas las personas cuerdas fueron internadas en el sanatorio y los enfermos mentales fueron dados de alta. Al parecer lo que ellos veían era lo que aparecía en los espejos y ni los trabajadores del lugar pasaron el test de Faskini, hecho con espejos, claro.

La moneda nacional se convirtió el conejo descuartizado esterlino, y la bandera pasó a ser la sábana manchada de sangre que ponían encima de las camillas para que no se mancharan. El gobierno era de lo más directo, entonces no es necesario decir que la sábana la ponían por higiene. Los problemas internos y externos se arreglaron en cuestión de semanas, suiza les mandaba chocolates, alemania cerveza sabor cereza y estados unidos militares.

El problema radicó en el día en que los planetas se desalinearon, todos los espejos volvieron a la normalidad y fue entonces cuando hubo otro intercambio casi sincronizado, todo volvió a la normalidad, los bancos quebraron y pusieron un metro.

5 comentarios:

Bel dijo...

Tal vez por eso un día me pareció que cuando movía el pie movía la mano.

Katenkos dijo...

¡No le digás a nadie!

Bel dijo...

Qué? que cuando movía el pie movía la mano?

ok, no le diré a nadie...

lahí dijo...

claro!, ahora me doy cuenta!!!! ah que tonta fui, perdon, lo siento muchisimo

Bel dijo...

Claro!, de que estás hablando?, ah, ya sé: de éso mismo. Sí?

No, es en serio...